Viña y Trujal
Vinos de garnacha
La garnacha es un tipo de uva sobre cuyo origen siempre ha habido incertidumbre. Hasta hace pocos años, se consideraba de origen español. Pero se dice, que puede proceder de Cerdeña.
Es una de las uvas de vino tinto más ampliamente plantadas del mundo.
Se habla simplemente de la garnacha para referirse a la tinta o noir, aunque ésta tiene una serie de parientes que también cuentan con una gran difusión, destacando la garnacha Blanca, Peluda y Tintorera.
Hay muchas maneras de llamar a esta uva entre ellas: Giró, Gironet, Lladoner, Garnatja, Garncho, Vernassa, Lledoner, Grenache o Girons.
100% Garnacha del Bajo Aragón
Generalmente picante, con un sabor suave en el paladar, y produce vinos con una graduación alcohólica relativamente alta, pero se necesita controlar los rendimientos de los viñedos para obtener los mejores resultados.
Los vinos de Viña y Trujal mantienen las cualidades de color, aroma y sabor del vino que se producía siglos atrás en este territorio.
Conservan todas las características de su lugar de origen y se producen en zonas con una larga tradición vitivinícola y de reconocido prestigio más allá de nuestras fronteras.
Durante todo el proceso de elaboración de nuestros vinos se cuidan aspectos tan importantes como la vendimia, el transporte, las rigurosas normas de higiene o las técnicas de vinificación, empleando durante todo el proceso materiales y mecanismos homologados que garantizan que el producto sea de excelente calidad.
Su «bouquet«, aroma y elegancia son algunas de las razones por las que se diferencian de los que se producen en otras zonas.
Durante la producción de nuestros vinos sólo se utilizan variedades de cepas adaptadas al terreno, " Principalmente LA GARNACHA ".
La filoxera en Aragón
Durante la década de 1870, se produjo una plaga de la filoxera en las principales zonas vitivinícolas españolas. La filoxera entró en la península ibérica por tres focos: Oporto, Málaga y Gerona.
La expansión más rápida de la filoxera se produjo entre 1896 y 1903, ya que infectó prácticamente todas las comarcas vitícolas del valle del Ebro (Navarra, La Rioja, Álava y Zaragoza).
Esto explica que la plaga hiciera que se arrancara la vid y se intentara replantar de nuevo con patrón europeo, aunque la Garnacha Negra en Aragón , la especie más corriente en la región, se perdiese casi completamente.